En estas fechas de fin de año, es común prender la tele y encontrarse con Amaro Gómez-Pablo diciendo:
"Prepárezze, ya empiezza la carrera por el Ozzcar"
Y así en todos los canales, diarios y revistas del país. Según todos ellos, su calidad equivale a la puta más codiciada del burdel. Por eso es bueno observar con recelo este premio para darse cuenta que, si bien lo pintan como una piedra preciosa, en verdad "el Oscar no es más que una mierda falsa" (mis disculpas para el amigo Oscar que está leyendo en su casa, nada personal).
Con el tiempo han aparecido un centenar de imitaciones y si bien la mayoría de estas galas de premios y festivales sufren de un Marketeo descarado y de una Elite desesperada por ser reconocida como la que premia "el buen gusto", el premio Oscar es el que comete el peor pecado: EL ATRASO.
Me explico, dando un vistazo a la última entrega podemos confirmar que gran parte de las películas que allí estaban no valen por su propio peso, sino por la cinematografía anterior de sus creadores... aquella que antes no fue reconocida.
El premio Oscar llega tarde, y con esto, lo único que consigue es enmendar su error de la peor manera: actuar más por presión que por instinto; ser falso.
He aquí algunos criterios personales...
• "Los Infiltrados" está muy lejos de ser la mejor película de Scorsese, muy por el contrario: en su tiempo, ni "Toro Salvaje", ni "Buenos Muchachos" y ni siquiera "Taxi Driver" obtuvieron tal distinción.
• Clint Eastwood nuevamente estuvo omnipresente, esta vez por dos cintas bélicas. En el 2004, recuerdo haber sentido que el triunfo de "Million Dollar Baby" como mejor película se debía más que todo a que, justo un año antes, un muy buen film como "Río Místico" había sido desvalorado.
• La multinominada "Babel" del mexicano Alejandro González Iñárritu, aunque esté llena de parafernalia, esta lejos de superar a "21 gramos" o "Amores Perros".
Bueno, pero la idea de esto no es contarles cual es mi ranking de películas favoritas, ni cual es la actriz que me deja "estupefacto" de la cintura para abajo, ni tampoco en cual de las secuelas de “Babe, el puerquito valiente” su protagonista vuelve para vengarse de los conchesumadres que se comieron a su mamá.
Sólo los invito a que busquen en su cinemateca personal cuantas obras maestras han sido despreciadas por este premio y saquen sus propias cuentas.
Las denominadas "deudas de la academia" son un mal que se repite año a año.
Con todo esto, es bien difícil afirmar que ganar el Oscar es tan bueno como los medios de comunicación proclaman con tanta seguridad.
Lo cierto, es que no creo en los premios... pero es necesario rescatar a algunos novatos premiados. Pienso que están más cerca de ser reconocidos por sus obras en sí, que por el tamaño de sus sitiales en la industria estadounidense.
• "Little Miss Sunshine": recalcó su visión satírica sobre el lado humano de una sociedad enferma.
• "The Lives of Others" (La Vida de los Otros): una muy bien lograda cinta alemana que ganó en la categoría de mejor película extranjera.
Pero... ¡¡¿que chucha es esa categoría?!!. Obviamente, otra forma de resguardar el imperio hollywoodense.
Por otro lado, hay que ser muy car´e raja para venir a premiar con bombo y platillo a una película contra la ya lejana Stasi, siendo que su país aun conserva a la CIA (legendaria agencia de espionaje con un prontuario digno de Al Capone).
• "An Inconvenient Truth" (La Verdad Incómoda): Sin más armas que una disertación bien hecha, logró demasiado y no dejó indiferente a nadie. La película es necesaria de ver, más allá de que uno esté a favor o en contra de su planteamiento.
La crítica alega contra el sobre protagonismo de Al Gore y es obvio que el viejo está ganando más puntos en su carrera política que Bill Gates jugando al Packman.
Al espectador le debería importar poco este golazo de media cancha, cuando el contenido de la película es tan influyente en nuestras vidas.
Culminando con el tema principal, la paradoja de todo esto es que si estas tres películas que acabo de señalar no hubieran ganado el Oscar, quizás yo no estaría ahora escribiendo sobre ellas... pero así es como hoy funciona la publicidad.
¿Será posible que algún día podamos desligarnos del glamour y las luces de estas entregas de premios y por fin pensar por nosotros mismos?
Yo creo que sí... incluso, puede que esté empezando a pasar.
Sólo me queda decir en su idioma original…
FUCK YOU, OSCAR!
(Basado en un artículo del mismo autor publicado en cierto pasquín)
5 comentarios:
El glamuuur nunca acabara en el cine ya que en el 7mo arte los seres humanos son los protagoinitas de tal arte y nesesitan aumentar sus egos para seguir viviendo!.
segunda vez que leo este articulo y creo que deberiai dedicarte al periodismo o a las criticas de cine
grande horo!
se despide su amigaso de santiasko
coke
Hace ratito que a los Oscar no los pesco ni en bajada.
Sin embargo, es dificil abstraerse del todo ya que tal como tú dices los medios desde temprano nos bombardean con toda su parafernalia.
El Oscar no fue así siempre en todo caso. En los últimos años ha ido decayendo tal como se refleja en tus ejemplos que son sólo del siglo 21. Es quizás una especie de anquilosamiento por efecto de la globalización. No sé. Pero es raro que Cannes, que por años fue - y es - considerado uno de los mejores festivales del mundo, en los últimos tiempos también haya comenzado a decaer en su mirada crítica y haya sido absorvido por el glamour gringo que en vez de llenarlo de brillo lo desprestigia.
Que el marketing pase a segundo plano señores!
Que Cannes lo pague y Venecia con Berlín pasen a liderar los festivales de clase A.
El cine puede desligarse del marketing. El cine de autor todavía existe. Es posible realizar películas con contenido recurriendo a la entretención. No existe la ligazón obligada entre inteligencia y fomedad.
Es acaso culpa del mercado imperante? Lo dudo. Es culpa de la sociedad... Somos nosotros los que la cagamos. Y la seguimos cagando si le damos cabida a que la estatuilla del pelado dorado siga siendo parte de las decisiones que tomamos cuando vamos al cine.
SalU2
T.
Hace diez años fue el comienzo del final...(salvo una o dos excepciones).
Año 1997...
Y el ganador de TODO es...
¡¡¡Titanic!!!
Los premios Oscar se han convertido en un puesto de aduana entre la "elite" gringa del mundo del 7º Arte y los aspirantes a dicho status. La premiación se ha vuelto un filtro de clases sociales y un filtro de estratos sociales. Se premia la venta y la taquilla y no la calidad.
hambrienta por el óscar, nicole kidman aceptó miles de dólares por perder su delgada figura. un cambio que puede ponerla camino a la estatuilla.
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