lunes, 17 de diciembre de 2007

¿Y cuándo atiende su Isapre?

Vea y compare...

martes, 4 de diciembre de 2007

El Tercer Género


En lo que ya es un tema agotado, la homosexualidad prevalece aún en campos minados por la ignorancia y el prejuicio. A pesar de los adelantos de la ciencia y las investigaciones, la homosexualidad se muestra incluso en el presente como una realidad pseudoaceptada (no tengo idea si existe esa palabra pero la propongo), con lo cual quiero decir que es una orientación sexual validada, pero que aun no nos hace sentir plenamente a gusto con gente que se guían por dicha orientación. Quizás un ejemplo más típico es una fiesta de amigos en donde uno de ellos es gay y aunque los amigos lo respetan, da un cierto “no se que” su presencia (uso el “no se que” para que cada cual ocupe su criterio para determinar lo que siente ante dicha situación, si es que a ocurrido). Esta pseudoaceptación es bastante similar al término pseudointegración, como es el caso en sujetos con Síndrome de Down los cuales acceden a ciertos programas de trabajo para gente “especial” (como parece emplearse hoy) como meseros en restaurantes de comida rápida en algunos Mall, empaquetadores en supermercados, etc. Aunque se hable de integración, ellos no hablan realmente con nadie ni comparten vivencias, no tienen el tiempo para compartir con sus compañeros de trabajo y al final del día deben volver a sus hogares o centros de residencia, en otras palabras, realmente no se han integrado pues la interacción social es mínima.

La homosexualidad (que incluye hombres y mujeres) parece caer en límites similares y aunque no se pretende comparar homosexualidad con Síndrome de Down, si comparo las consecuencia de la entrada al mundo, de la interacción con los pares, esta supuesta aceptación-integración, pero a medias.

En Chile, como en cualquier otro país, los casos abundan y las noticias también, pero destaca el caso de los dos efectivos de la fuerza de carabineros, los cuales mantenían una relación amorosa. Aunque la re-inserción a la policía de carabineros surta efecto, el mundo que los rodea ya no será el mismo, menos en una institución donde la “hombría” y masculinidad es algo que se debe probar en el día a día. ¿Qué hay en la homosexualidad que, a pesar de ser reconocida, nos hace sentir intranquilos? Aunque no se pueda generalizar esta intranquilidad, creo que tampoco se puede hablar de una completa aceptación y naturalidad.

Como ya es de saber común, la homosexualidad en sus inicios poblaban las páginas de los libros destinados a las Psicopatologías de la Sexualidad, lo que llevo a una cacería de brujas que bastaba iniciar con apuntar con el dedo a un “sospechoso homosexual”. Hoy en día, las ciencias han comprendido que la homosexualidad es un aspecto integral y necesario para entender la historia, psicología, política y otros, de una cultura social y de la identidad de un pueblo.

Existen varias aproximaciones respecto a los orígenes de la homosexualidad, algunos connotados (aunque poco actualizado y fuera de moda) incluyen la clásica ley Darwiniana en la cual la diversidad sexual se reduce a dos: un masculino agresivo y un femenino cohibido. Otros estudios proponen que, por el contrario, esta Ley de Darwin no tiene efecto puesto que se han descubierto especies como los peces que cambian sus órganos sexuales de acuerdo a la necesidad o mamíferos que tienen ambos órganos reproductores. Para quienes creen en la evolución de las especies, la homosexualidad, transexualidad y hermafrodismo, podrían ser entendidas como una diversidad natural que se integra a las necesidades de la cultura o pueblo.

Otro enfoque se denomina la “Teoría Queer, la cual afirma que no hay papeles sexuales esenciales ni biológicamente inscritos, sino que estos provienen de una construcción social mucho mas compleja, esto es, distintas formas sociales de desempeñar uno o varios papeles sexuales (teoría de la construcción social de Michel Foucault). Esta teoría crítica el estrecho patrón de segmentación tales como clases sociales, sexo, raza, etc. postulando que hay múltiples intersecciones de grupos, corrientes y criterios. En términos simples, no se trata de un proceso biológico exclusivo (el cual no se desconoce) sino de todo el proceso de socialización que vivimos desde el momento en que nacemos.

A pesar de lo anterior, la homosexualidad se encamina a ser considerada como un tercer género: hombres, mujeres y homosexuales. Aún así, y dentro de lo límites nacionales, la homosexualidad se percibe a grandes rasgos como un extraño amigable en una fiesta, alguien quien no presenta intenciones hostiles, pero del cual no se sabe tampoco que esperar (quizás estoy haciendo una descripción muy benévola o muy atrasada), lo que nos lleva a la pregunta inicial, ¿Qué hay en la homosexualidad que, a pesar de ser reconocida, nos hace sentir intranquilos?



Consiglieri

domingo, 2 de diciembre de 2007

Sigamos siendo...

¿Y cuándo la Pobretón?